Biblioteca Climática
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Información relevante a la Dirección de Cambio Climático.
La Estrategia Nacional de Acción para el Empoderamiento Climático de Panamá (ENACE Panamá) se ha desarrollado con un enfoque de género, intergeneracional y de derechos humanos. Esta estrategia se implementará durante un período de 12 años, abarcando desde 2023 hasta 2035, con revisiones programadas cada 4 años.
La ENACE Panamá se basa en 8 Principios que incluyen ética intergeneracional, igualdad de género, inclusión social, innovación educativa, interconectividad, interculturalidad, participación ciudadana y revisión permanente. Además, se sustenta en un plan de acción que consta de 7 Pilares, 16 líneas de acción y 65 acciones específicas. Se han establecido nuevos espacios de coordinación, como el Consejo Interinstitucional de la ENACE, el Consejo Ciudadano sobre Cambio Climático, el Comité de Especialistas en Comunicación y un Observatorio de Transparencia Climática. También se contempla la creación de un Parlamento Juvenil Climático para fomentar la participación de los adolescentes.
La perspectiva de género en la ENACE Panamá es fundamental para promover oportunidades de educación ambiental sobre cambio climático, adaptación y mitigación, y para integrar a mujeres, jóvenes, grupos indígenas y afrodescendientes, quienes desempeñan un papel crucial debido a su vulnerabilidad. El objetivo principal de la ENACE Panamá es lograr un cambio cualitativo en la cultura ciudadana y en el comportamiento de las instituciones en relación con la crisis climática, con el fin de transformar la cultura ambiental y fortalecer los derechos humanos de los panameños y las panameñas, así como de las generaciones futuras.
La Dirección de Cambio Climático, en colaboración con FIIAPP a través de Euroclima+, se encuentra en la etapa inicial de implementación de la segunda fase de la Estrategia Nacional de Acción para el Empoderamiento Climático. Esta estrategia, que forma parte integral de las políticas públicas, tiene como objetivo desarrollar capacidades y compromisos para impulsar una acción transformadora frente al cambio climático. Se enfocará en promover oportunidades de educación, formación, conciencia pública, participación ciudadana, acceso a información y cooperación internacional en relación con el cambio climático, y abordará los aspectos de adaptación y mitigación dentro del contexto de las acciones climáticas en Panamá.
La República de Panamá se embarca en el proceso de preparación de su Segunda Contribución Determinada a Nivel Nacional (CDN2), en respuesta al llamado del Pacto de Glasgow, derivado de la COP26, que insta a los países a aumentar su ambición. Se mantendrán los diez (10) sectores prioritarios de la CDN1: Energía, Bosques, Gestión Integrada de Cuencas Hidrográficas, Sistemas Marino-Costeros, Biodiversidad, Agricultura, Ganadería y Acuicultura Sostenible, Asentamientos Humanos Resilientes, Salud Pública, Infraestructura Sostenible y Economía Circular. Asimismo, se contará con una sección que integre las iniciativas transversales, es decir, aquellas que involucren más de un sector.
Con el objetivo de aumentar la ambición del país en relación con sus compromisos climáticos y estableciendo la visión de mantenerse como un país sumidero de carbono, será fundamental conservar nuestra cobertura boscosa del 68% y lograr la neutralidad de carbono en los otros 9 sectores para el año 2050. Será importante garantizar una participación justa y equitativa, colaborando de manera intersectorial, para presentar un documento fortalecido y mejorado ante la CMNUCC.
La República de Panamá mediante la Ley Nº 40 del 12 de septiembre de 2016, ratificó el Acuerdo de París, y se comprometió de conformidad con el Artículo 2 a unirse a la respuesta mundial a la amenaza al cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza, y para ello debe “mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 oC con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 oC con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático; así como también atender lo solicitado en Artículo 4, párrafo 19, “a formular y comunicar su estrategias de desarrollo a largo plazo, bajas en emisiones de gases de efecto invernadero hacia transiciones justas, a cero emisiones netas para mediados de siglo, teniendo en cuenta las diferentes circunstancias nacionales”. Con este fin, la ELP se armoniza con la Contribución Nacional Determinada (CDN), cuya segunda actualización está por culminar a finales del presente año 2023.
Panamá enfrenta el reto de mantenerse como un país carbono negativo, es decir, un territorio en el cual sus ecosistemas tienen la capacidad de absorber más emisiones que la que produce su economía. Los datos que validan esta información y representan un hito trascendental para la institucionalidad climática del país, se recogen en los Inventarios Nacionales de Gases de Efectos de Invernadero (INGEI), cuyos resultados para el 2017, mostraron que Panamá obtuvo un balance entre emisiones y absorciones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de – 9,758.3 kt CO₂ equivalentes, lo significa que esa es la cantidad en la que se estima que Panamá supera las emisiones de CO₂ y otros gases de efecto invernadero que se produjeron para eso año. Significativamente Panamá constituye un sumidero de carbono, en el cual se absorbe mayor cantidad de gases de efecto invernadero de los que se emiten como consecuencia de las actividades humanas. El compromiso del país es el de mantener la capacidad los bosques y ecosistemas panameños de absorber más gases de efecto invernadero que los que son emitidos por el país, además de asegurar la carbono neutralidad del resto de los sectores por medio de una transición justa, inclusiva y la transformación económica, pública y privada, del país.
Un segundo compromiso del país es reducir al máximo la vulnerabilidad de la población panameña a los efectos más significativos del cambio climático. Esto se hará por medio del incremento de la capacidad adaptativa de los sectores y áreas prioritarias del país, además de reducir los niveles de exposición a las amenazas climáticas a través de la identificación oportuna de los impactos del cambio climático a corto, mediano y largo plazo, permitiendo así desarrollar acciones y medidas de adaptación concretas que permitan una respuesta eficaz y adecuada a estos impactos, contribuyendo así al incremento de la resiliencia a nivel nacional.
La República de Panamá construye una estrategia con una visión a largo plazo, como hoja de ruta para mantener ese carbono negatividad y fortalecer las capacidades de adaptación y resiliencia de su población. Esta Estrategia a Largo Plazo inclusiva, cuenta con la participación de sectores clave del país a través de talleres de escucha activa, e integra escenarios de cambio climático para la adaptación y mitigación, análisis socio económico que permitan disminuir la incertidumbre que los cambios puedan generar, evaluación de costo beneficio y una estrategia financiera que facilite el modelo de transición a una economía descarbonizada.
Durante 2020, el Ministerio de Ambiente, a través de la Dirección Nacional de Cambio Climático, lideró la actualización de la Primera Contribución Nacional Determinada (CDN1) de Panamá, que con el apoyo de otras instituciones y organizaciones; la cual, fue presentada oficialmente en diciembre de 2020. Igualmente, se desarrolló el Segundo Informe Bienal de Actualización, que será presentado en marzo de este año.
La CDN1, presentada por Panamá en 2016, abordó compromisos en mitigación dos sectores: Energía y Bosques (UT-CUTS). Para su actualización 2020, el MiAMBIENTE mediante un análisis de prioridades de desarrollo y política, identificó a nivel nacional y/o sectorial acciones claves para la reconstrucción económica sostenible, baja en emisiones, inclusiva y resiliente.
Para la actualización de la CDN1, se desarrollaron una serie de consultas bilaterales y talleres de participación abiertos al público, donde más de 300 actores de sectores público, privado, gobiernos locales, jóvenes, organizaciones no gubernamentales, academia y comunidad científica dijeron presente. De tal manera la CDN1 actualizada de Panamá, presenta 29 compromisos en diez (10) sectores y áreas priorizadas, las cuales se abordaron con una visión integrada de adaptación – mitigación; a saber: energía, bosques, agricultura, ganadería, acuicultura, gestión integrada de cuencas hidrográficas, biodiversidad, sistemas marino-costeros, asentamientos humanos resilientes, infraestructura sostenible, salud pública y economía circular.
En cuanto a la adaptación, Panamá propone compromisos concretos para la ejecución de un Plan Nacional de Adaptación (NAP) y siete (7) Planes Sectoriales de Adaptación para los siguientes sectores: energía, infraestructura sostenible, salud pública, gestión de cuencas hidrográficas, comunidades resilientes, economía circular, agricultura y ganadería. Además, se prepararán 3 guías sectoriales de adaptación para bosques, biodiversidad y sistemas costeros. Se incorporaron 17 indicadores de adaptación; 2 cualitativos y 15 cuantitativos, así como su monitoreo, verificación y reporte.
El Acuerdo de París establece un marco reforzado de transparencia. El Informe Bienal de Transparencia permitirá que el país reporte de manera exhaustiva la implementación y actualización de su CDN, ya que constituye la base para la rendición de cuentas, tanto a nivel nacional como internacional, mejora el acceso al financiamiento aumentando la confianza y credibilidad entre las partes y los actores claves. Para cumplir con lo establecido por este procedimiento, Panamá ha iniciado la preparación de su Primer Reporte Bienal de Transparencia el cual debe ser presentado a más tardar el 31 de diciembre de 2022 y cada 2 años en adelante.
Este reporte reflejará información sobre el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (INGEI) y el progreso en la implementación de la CDN1. El informe también incluye información sobre riesgo climático, índice de vulnerabilidad, escenarios de cambio climático, así como, el monitoreo, evaluación y reporte de los 17 indicadores de adaptación, de igual forma se reportará el apoyo en financiación, desarrollo, transferencia de tecnología, fomento de capacidades requerido y recibido.
El próximo marzo, Panamá presentará ante el secretariado de la CMNUCC el Segundo Informe Bienal de Actualización: Conoce sobre la Mitigación del Cambio Climático en Panamá e incluye una serie temporal de inventarios de 1994 al 2017.
Esta es la primera vez, que un equipo interinstitucional de expertos técnicos de MiAMBIENTE, Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), Ministerio de Salud (MINSA), Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), Secretaría Nacional de Energía (SNE), Autoridad Nacional de Aduanas (ANA), Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), entre otras instituciones pertenecientes al Comité Nacional de Cambio Climático de Panamá (CONACCP), elaboran inventarios nacionales de GEI.
Basado en estos resultados, se demuestra que el país es un sumidero de carbono o país carbono negativo. Es decir, en Panamá se absorbe una mayor cantidad de GEI de los que se emiten, como consecuencia de las actividades humanas. En otras palabras, la capacidad de captura de carbono de los bosques panameños es superior al total de los gases causantes de la crisis climática que se genera en el país anualmente. Adicionalmente, se listan todos los instrumentos de políticas y acciones de mitigación previstas, así como, en implementación a nivel nacional que contribuyen a influir en el comportamiento y las tendencias de las emisiones y absorciones de carbono, de manera que se pueda analizar el impacto y los efectos de la implementación de estas acciones en Panamá.
Las comunicaciones nacionales representan la radiografía actualizada del país en la implementación de la CMNUCC y su Acuerdo de París, en este sentido para la Cuarta Comunicación Nacional sobre Cambio Climático, Panamá presentará una nueva generación de escenarios de cambio climático, el índice de vulnerabilidad climática a nivel nacional, así como, escenarios de proyección de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), en base a los sectores de mayor contribución de acuerdo con los Inventario Nacional de gases de efecto invernadero (INGEIs). La elaboración de la cuarta comunicación nacional permitirá a los tomadores de decisiones contar con la información más actualizada en materia de cambio climático, y a su vez, el país cumple con sus compromisos a nivel internacional.